La Organización Sri Sathya Sai de Uruguay, comenzó a realizar actividades de servicio desinteresado a la comunidad en el asentamiento Nueva Esperanza durante el mes de septiembre del año 2009. El servicio es llevado a cabo por voluntarios del Grupo Sai de Maldonado, con el apoyo ocasional de voluntarios de Montevideo. Al día de la fecha se continúa asistiendo todos los segundos sábados del mes.
La Fundación Sai de Uruguay, desde su creación en el año 2010, ha apoyado este proyecto con sus recursos. Es así que a través de ella se han adquirido herramientas de trabajo (palas, rastrillos y demás) para la limpieza y el acondicionamiento del lugar, así como también una olla de gran capacidad, implementos de cocina y una cocinilla industrial con difusores, para la preparación de los alimentos que ser reparten entre los pobladores del barrio.
Cabe mencionar que si bien nuestra Organización es espiritual, no es religiosa y no pretende captar adeptos para causa alguna, por lo que el servicio a la comunidad es una herramienta para la transformación personal de los miembros de esta Organización. No esperamos más recompensa por esta labor que las sonrisas de grandes y chicos, el respeto transmitido a través del ejemplo personal de los voluntarios, y el mejoramiento de la calidad de vida de nosotros mismos y de las personas receptoras del servicio.
Un poco de historia
El acercamiento al barrio Nueva Esperanza comenzó compartiendo una merienda o un almuerzo una vez por mes. La gente del barrio fue conociéndonos y vieron que la única intención que teníamos era la de ayudar, de esta forma comenzaron a confiar en nosotros y poco a poco colaboramos un poquito más cada vez que íbamos. Fuimos agregando trabajos o ampliándolos, llevando ropa y juguetes para los niños, y también organizando tareas de limpieza. Una vez creado un vínculo más estrecho, tuvimos la posibilidad de comenzar a trabajar con los niños en talleres de Valores Humanos, un trabajo maravilloso de alto impacto social que merece todo nuestro apoyo.
El primer taller de Valores Humanos se llevó a cabo el 11/12/2010 con un cuento que trabajaba sobre el valor Paz, y dentro de este valor trabajamos el valor contenido Suavidad. Suavidad en su relación con su familia, con sus amigos, con los animales, con una visión amplia y ecológica. En adelante se ha trabajado en los talleres de Valores Humanos la Acción Correcta, y dentro de ella el aseo y cuidado personales,la No Violencia a través del respeto y la responsabilid
ad por la vida/ecología, etc. Como se puede apreciar la actividad es principalmente para los niños, pero también tenemos la alegría de que se suman algunos adolescentes a los talleres. Los talleres en Valores Humanos son para que los niños descubran que existe otra forma de ver las cosas, que se puede actuar con Verdad, Acción Correcta, Paz, Amor y No Violencia, y todo ello en un marco de alegría. Los talleres siempre cuentan con un cuento como promotor del valor que deseamos trabajar con ellos, también se canta porque «como hablar no podemos hacerlo todos juntos, cantamos”. La técnica del canto abre el corazón, nos une. Luego realizamos una tarea grupal que puede ser un trabajo sobre cartulinas u otra manualidad, o una obra de teatro; en fin, todo lo que lleve a aplicar ese valor que trabajamos a través del cuento. Muchas madres del barrio, y algunos pocos padres, se han ido acercando a ver qué hacíamos con sus niños, teniendo una respuesta muy positiva a las actividades.
A partir del primer sábado de mayo de este año 2012, se sumó el Proyecto Musicare, que se realiza todos los primeros sábados del mes. Unos 20 niños del asentamiento, previamente autorizados por sus padres por escrito, son recogidos de sus casas y trasladados a la casa donde funciona el Grupo Sai de Maldonado. Allí se les enseña música y valores humanos, y al finalizar se les convida con una rica merienda. Luego de finalizada la actividad, son llevados de regreso a sus hogares. El objetivo de este proyecto es desarrollar en los niños el florecimiento de los valores humanos, a la vez que se les brinda una herramienta de expresión artística, tan sanadora como es la música, a través de la cual descubren distintas habilidades que ellos mismos poseen en un entorno ordenado y pacífico, dedicado cien por ciento a ellos
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